El pasado miércoles, pasadas las ocho de la tarde, se presentaron en el Salón de Actos del Ayuntamiento de Alfaro los carteles que compondrán la próxima feria sanroqueña.
La Alcaldesa, Miguel Ángel Manchal y el concejal de festejos
En ausencia de Manolo Martín, el rostro visible y público (hasta los terroríficos sucesos de la pasada feria) de la empresa concesionaria, fue su socio, el ex matador de toros Miguel Ángel Manchal, quién dio la cara en la rueda de prensa. Hubo quien comentó, a la conclusión, que Miguel Ángel tenía una difícil papeleta, un toro complicado por lidiar, sobre todo después de la retahíla de situaciones adversas que la empresa ha protagonizado por media España en los últimos tiempos. Pero a decir verdad estuvo digno y voluntarioso, intenciones siempre a tener en cuenta.
Para el día 15 serán lidiados toros de Caridad Cobaleda por Curro Díaz, Juan Bautista y Antón Cortés. Será un festejo goyesco y se espera ver la plaza engalanada para la ocasión, que busca sumarse a los actos organizados dentro de la exposición La Rioja Tierra Abierta.
Al día siguiente, El Cordobés, Vicente Barrera y Diego Urdiales se enfrentarán a los bóvidos de Fernando Peña, de encaste Torrestrella.
Cierra el abono una becerrada popular, un espectáculo ecuestre y un Gran Prix para las cuadrillas locales.
De los festejos programados pueden sacarse varias conclusiones:
1. Ausencia de figuras, o de alguno de los doce primeros matadores del escalafón (en ocasioens no es lo mismo ser lo primero que ocupar un puesto entre los segundos). El peso de los carteles recaerá sobre el arnedano Diego Urdiales y Curro Díaz, los dos mayores atractivos.
Juan Bautista es un torero galo de trayectoria irregular (salió por la puerta grande el año pasado en San Isidro y este año fue pitado) pero que no ha toreado nunca en Alfaro y, por lo tanto, debemos optimistas y confiar en que pueda relajarse frente a la cara del toro para darnos la mejor de las suyas.
Antón Cortés es un matador que hace años debió ser incluído en la feria de Alfaro después de haber triunfado y que regresa este año en un momento bajo de su carrera. Ojalá despierte en su interior el pellizco arrebatador que atesora.
El Cordobés regresará a nuestra ciudad con el espectáculo de costumbre, que no apuntalará vellos, pero seguro que, entre salto y salto batracio, el bocadillo de jamón y el vino de Alfaro correrá con mayor alegría si cabe.
Vicente Barrera hará su último paseíllo en Alfaro para despedirse de la afición (y también del dador de fe titular de la ciudad, con quien guarda un asombroso parecido)pero, todo hay que decirlo, aún reconociendo sus buenas tardes en líneas generales en Alfaro, es verdad que el aficionado esperaba contar con la presencia de algún torero joven, con ganas y entusiasmo, que estuviese dispuesto a mostrar las ganas que tiene por ser figura del toreo. Que los hay y muchos. Ahí están David Mora o Sergio Aguilar. O,por qué no, toreros que merecen mayor atención de los empresarios y que se la niegan por la corrupción de un sistema de cromos que premia el compadreo frente al arrojo y la pasión de quien siente verdaderamente la profesión. Me acuerdo ahora mismo de diestros como Alberto Álvarez o Paulita, pero podríamos nombrar quince más.
2. Ausencia de rejones. Vivimos unos años, los de bonanza, en los que se daba una corrida de rejones completa, y además se contaba con la participación del nº1 de todos los tiempos. La crisis llegó, y el año pasado se lidió una mixta, también con Pablo Hermoso. Este año, los rejones han desaparecido. Confiemos en que no ocurra lo propio con los asientos que ocupan esas personas que gustan del arte del toreo a caballo y que los abonos no se resientan, pues por encima de gustos personales, es una evidencia que el rejoneo está de moda y suponen un tirón importante.
3. Las ganaderías a lidiar. Partiendo de la base de que de una vez por todas debemos desterrar la errónea idea de la leyenda y los nombres de las ganaderías como talismán de garantía en los festejos (pues sólo existen los toros que embisten y los que no), debemos referir que si bien no son nombres de relumbrón, lo que debe primar como exigencia previa a todo lo demás es que los toros salgan por la puerta de toriles tal y como pastan en el campo, íntegros, bien presentados, a la altura de la plaza y con sus pitones vírgenes y alejados de toda sospecha del violador del serrucho y de la lima.
En conclusión, esta asociación sostiene que los carteles, ambos, pecan de falta de remate. No pedimos a Morante ni a Manzanares, porque esos juegan en otra liga, pero no hay que olvidar que el pasado año, contando con la misma subvención municipal, la empresa contrató a Pablo Hermoso de Mendoza, a Talavante y a El Fandi.
Nuestra pregunta es ¿son estos los mejores carteles a los que podía aspirar la feria de Alfaro? Damos por supuesto que la empresa considera que sí, porque lo contrario sería el absurdo más ridículo. El tiempo, y sobre todo, el que pasa por taquilla, les dará o no la razón.
La feria de Alfaro sobrevive. Algunos dicen que no es poco. Otros que quién te ha visto y quien te ve.
Ojalá que sea un éxito. Lo necesitamos.
Nos vemos en los toros.
La Alcaldesa, Miguel Ángel Manchal y el concejal de festejos
En ausencia de Manolo Martín, el rostro visible y público (hasta los terroríficos sucesos de la pasada feria) de la empresa concesionaria, fue su socio, el ex matador de toros Miguel Ángel Manchal, quién dio la cara en la rueda de prensa. Hubo quien comentó, a la conclusión, que Miguel Ángel tenía una difícil papeleta, un toro complicado por lidiar, sobre todo después de la retahíla de situaciones adversas que la empresa ha protagonizado por media España en los últimos tiempos. Pero a decir verdad estuvo digno y voluntarioso, intenciones siempre a tener en cuenta.
Para el día 15 serán lidiados toros de Caridad Cobaleda por Curro Díaz, Juan Bautista y Antón Cortés. Será un festejo goyesco y se espera ver la plaza engalanada para la ocasión, que busca sumarse a los actos organizados dentro de la exposición La Rioja Tierra Abierta.
Al día siguiente, El Cordobés, Vicente Barrera y Diego Urdiales se enfrentarán a los bóvidos de Fernando Peña, de encaste Torrestrella.
Cierra el abono una becerrada popular, un espectáculo ecuestre y un Gran Prix para las cuadrillas locales.
De los festejos programados pueden sacarse varias conclusiones:
1. Ausencia de figuras, o de alguno de los doce primeros matadores del escalafón (en ocasioens no es lo mismo ser lo primero que ocupar un puesto entre los segundos). El peso de los carteles recaerá sobre el arnedano Diego Urdiales y Curro Díaz, los dos mayores atractivos.
Juan Bautista es un torero galo de trayectoria irregular (salió por la puerta grande el año pasado en San Isidro y este año fue pitado) pero que no ha toreado nunca en Alfaro y, por lo tanto, debemos optimistas y confiar en que pueda relajarse frente a la cara del toro para darnos la mejor de las suyas.
Antón Cortés es un matador que hace años debió ser incluído en la feria de Alfaro después de haber triunfado y que regresa este año en un momento bajo de su carrera. Ojalá despierte en su interior el pellizco arrebatador que atesora.
El Cordobés regresará a nuestra ciudad con el espectáculo de costumbre, que no apuntalará vellos, pero seguro que, entre salto y salto batracio, el bocadillo de jamón y el vino de Alfaro correrá con mayor alegría si cabe.
Vicente Barrera hará su último paseíllo en Alfaro para despedirse de la afición (y también del dador de fe titular de la ciudad, con quien guarda un asombroso parecido)pero, todo hay que decirlo, aún reconociendo sus buenas tardes en líneas generales en Alfaro, es verdad que el aficionado esperaba contar con la presencia de algún torero joven, con ganas y entusiasmo, que estuviese dispuesto a mostrar las ganas que tiene por ser figura del toreo. Que los hay y muchos. Ahí están David Mora o Sergio Aguilar. O,por qué no, toreros que merecen mayor atención de los empresarios y que se la niegan por la corrupción de un sistema de cromos que premia el compadreo frente al arrojo y la pasión de quien siente verdaderamente la profesión. Me acuerdo ahora mismo de diestros como Alberto Álvarez o Paulita, pero podríamos nombrar quince más.
2. Ausencia de rejones. Vivimos unos años, los de bonanza, en los que se daba una corrida de rejones completa, y además se contaba con la participación del nº1 de todos los tiempos. La crisis llegó, y el año pasado se lidió una mixta, también con Pablo Hermoso. Este año, los rejones han desaparecido. Confiemos en que no ocurra lo propio con los asientos que ocupan esas personas que gustan del arte del toreo a caballo y que los abonos no se resientan, pues por encima de gustos personales, es una evidencia que el rejoneo está de moda y suponen un tirón importante.
3. Las ganaderías a lidiar. Partiendo de la base de que de una vez por todas debemos desterrar la errónea idea de la leyenda y los nombres de las ganaderías como talismán de garantía en los festejos (pues sólo existen los toros que embisten y los que no), debemos referir que si bien no son nombres de relumbrón, lo que debe primar como exigencia previa a todo lo demás es que los toros salgan por la puerta de toriles tal y como pastan en el campo, íntegros, bien presentados, a la altura de la plaza y con sus pitones vírgenes y alejados de toda sospecha del violador del serrucho y de la lima.
En conclusión, esta asociación sostiene que los carteles, ambos, pecan de falta de remate. No pedimos a Morante ni a Manzanares, porque esos juegan en otra liga, pero no hay que olvidar que el pasado año, contando con la misma subvención municipal, la empresa contrató a Pablo Hermoso de Mendoza, a Talavante y a El Fandi.
Nuestra pregunta es ¿son estos los mejores carteles a los que podía aspirar la feria de Alfaro? Damos por supuesto que la empresa considera que sí, porque lo contrario sería el absurdo más ridículo. El tiempo, y sobre todo, el que pasa por taquilla, les dará o no la razón.
La feria de Alfaro sobrevive. Algunos dicen que no es poco. Otros que quién te ha visto y quien te ve.
Ojalá que sea un éxito. Lo necesitamos.
Nos vemos en los toros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario