30/8/11

Balance de la feria de Alfaro 2011


Acabaron las fiestas de Alfaro y acabó la feria sanroqueña del 2011.

Si el año pasado fue el mayor sinsabor que estos aficionados recuerdan desde hacía muchos años, la recién finalizada feria ha sido la mejor desde la creación de esta asociación.

Varias han sido las causas, y analizarlas, además de suponer un entretenido ejercicio memorístico, conlleva así mismo el constatar que cuando el público expone con firmeza su opinión de cómo se hacen las cosas, los encargados de montar los festejos cuidan muy mucho los detalles que puedan resultar perjudiciales para su negocio. Al final, el comunicado a una sola voz entre El Toril y El Club Taurino parece que sirvió de algo…

En primer lugar, consideramos que tanto la presentación de las ganaderías lidiadas (muchos de los toros en puntas) ha resultado determinante para que la afición recobre mucha de la confianza perdida en la entidad de los astados que se presentan en Alfaro. Pudo observarse en la primera tarde cierto recelo en los toreros por esta causa, ya que ninguno de ellos terminó de ajustarse con sus oponentes. Y es que el más mínimo error frente a un toro en puntas supone una cornada segura…

Por otra parte, se han rechazado varios toros por falta de trapío, en concreto cuatro de los ocho toros de la corrida del día 16. Esto, que no debería ser noticia, en Alfaro sí lo es, y merece ocupar un lugar destacado en este análisis porque vemos que la autoridad competente ha decidido este año ejercer como tal e imponer su criterio independiente con el único propósito de salvaguardar los intereses de los aficionados que pagan una entrada para ver un espectáculo íntegro. Este año ha actuado la veterinaria Mª Elisa Igal de Cosme, y dado que su actuación ha sido bajo nuestro punto de vista decisiva en el posterior desarrollo de los festejos, manifestamos nuestra gratitud por su trabajo, así como reivindicamos a quien competa que sea ella quien se ocupe en el futuro de examinar las reses a lidiar en Alfaro los años sucesivos.

Al hilo de lo anterior (o no, que la presunción de inocencia debe prevalecer siempre), resultó que a El Cordobés le brotó de un día para otro una piedra en el riñón. O eso, o la tenía de hace tiempo pero se ve que olvidó notificárselo al empresario de Alfaro hasta apenas unas horas antes del festejo (concretamente horas después de conocerse que se habían rechazado esos cuatro toros que mencionábamos anteriormente por falta de trapío –presuntamente habían sido visitados por el violador del serrucho y de la lima-). Fue sustituido por David Mora, un torero que dada su juventud, sus ganas y los importantes triunfos que ha cosechado (venía de cortar una oreja en Madrid) fue recibido con mucho agrado por esta Asociación y el público en general.

Finalmente, destacaron por sus actuaciones y salieron por la puerta grande Juan Bautista, Vicente Barrera (que estuvo mejor que nunca y toreó a su máximo nivel) y Diego Urdiales, que dejó para el recuerdo una extraordinaria faena y el primer indulto otorgado a un toro en la historia de nuestro coso. ¡Grande Diego!

Diego Urdiales y Peleón, mando y casta que ya son Historia de Alfaro

Nos congratulamos al comprobar que nuestras peticiones pasadas no han caído en saco roto, y nos atrevemos a decir incluso que gracias a ellas, a la solicitud de respeto por la integridad de los toros y a la correcta actuación de la autoridad, los aficionados han salido conformes y no han sentido la sospecha de presenciar un espectáculo manipulado previamente en beneficio de… los antitaurinos. Por ello, nuevamente lanzamos el mensaje del año anterior, que no es otro que el seguir el camino del compromiso con la seriedad en la admisión y reconocimiento de las reses y del respeto previo de las mismas por parte de quienes intervienen en la contratación directa o indirectamente.

Alfaro ya tiene su camino hacia la feria de prestigio que siempre ha sido: toros íntegros y toreros sin miedo a ponerse delante de ellos o sin piedras en el riñón. Que lidien en Alfaro toreros que tengan hambre de ser figuras y ganaderías a la altura de la plaza, ni más ni menos. Y que lo ganado en los ruedos un año sea premiado en el siguiente, así en coletudos como en divisas.

Programar una feria que es posible que adolezca de la ausencia de algunas figuras puede que no sea labor fácil, pero vaya desde aquí nuestro apoyo y nuestro compromiso más leal para aquel empresario que tenga los arrestos de apostar de verdad por Alfaro. No será cuestión de un año, pero el reto, por pureza en las pretensiones, bien merece la pena intentarlo. Estamos convencidos de que sí todos tiramos del mismo carro, nada es imposible.

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo con este artículo. A Alfaro tienen que venir toros y toreros sin afeitar. Quiero decir con esto, profesionales honrados que no vengan a cumplir el trámite y a llenarse la taleguilla con el vil dinero. Tendremos una plaza de tercera, pero el aficionado alfareño es de primera, y como tal hay que tratarlo.

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